Transductor de deformación de alta sensibilidad con dimensiones compactas para el control de fuerza industrial
HBM presenta con el diseño de su sensor piezoeléctrico de deformación CST/300 un aparato de medición que cumple con la demanda de una técnica de medición compacta con alta sensibilidad para el entorno industrial.
La medición de fuerza en las máquinas es de una precisión sin precedentes cuando los sensores de fuerza se montan directamente en el flujo de fuerza. Sin embargo, para ello la máquina debe ser adaptada al sensor, lo cual no siempre es factible.
En cambio, los sensores de deformación son una alternativa ampliamente probada. Éstos utilizan las deformaciones de los objetos a medir al aplicarles una fuerza, por ejemplo, durante las tareas de monitorización para la vigilancia de los edificios. Estas deformaciones son proporcionales a la fuerza y se miden usando transductores de deformación. Así pues los sensores basados en bandas extensométricas ofrecen en muchos casos una alternativa económica a los sensores de fuerza integrados. Sin embargo, éstos llegan a sus límites allí donde se producen las deformaciones más pequeñas. Algunos ejemplos los constituyen aquellos objetos que sólo experimentan pequeñas deformaciones bajo carga, tales como prensas, máquinas de soldadura o sistemas de engarzado cuando hay poco espacio disponible.
Con el nuevo transductor piezoeléctrico de deformación CST/300, HBM elimina estas limitaciones. Su alta sensibilidad de alrededor de 50 pC/N asegura señales de salida muy altas y por tanto también una buena reproducibilidad incluso en un entorno de medición desfavorable. Como consecuencia, puede detectar fácilmente las mínimas deformaciones de 10 µm/m e inferior, o las deformaciones nominales de 300 µm/m. Partiendo de que su calibración sea la adecuada, puede cerrarse fácilmente a las fuerzas que actúan. Fijado con un solo tornillo y gracias a su longitud total de sólo 47 mm, el transductor es apto para su aplicación en muy poco espacio, mostrándose además muy resistente a las influencias externas, tales como movimientos de cable o campos electromagnéticos.
Una vez más HBM se reafirma ante sus clientes en el mercado de la innovación piezoeléctrica; la cartera se ampliará también en el futuro.